A orillas de la playa, el mar en
frente,
con el alma más noble y más serena,
siento la brisa refrescar mi frente
mientras juegan mis dedos con la arena.
Allá, lejos de este sitio y de esta
hora
palpita un corazón de mujer buena
y un alma que me quiere y que me adora
de lindos ojos cual la mar serena.
Como acaricia el mar la playa austera
y las ondas se tornan en espumas
al contemplar de lejos la ribera
rasga el sol el encaje de las brumas.
En el fondo del recuerdo surge ella
como en el seno de la mar las ondas
en el cielo de mi alma ella es la
estrella
que alumbra como el sol entre las
frondas.
A orillas de la playa, no la olvido
porque la siento aquí junto a mi pena,
porque la amo con todos mis sentidos
mientras juegan mis dedos con la arena.