"Recibid
este mandil, distintivo del Masón, y más honroso que todas
las condecoraciones humanas, porque simboliza el trabajo. Única
fuente de salud, del saber, de la virtud y de la riqueza. Os da derecho
a sentaros entre nosotros, y sin el nunca deberéis de estar en logia".
Con
estas solemnes palabras, el Venerable ciñe al neófito el
mandil de Aprendiz Masón. Blanco, limpio como los sueños,
y alto como sus ideales. Distintivo de quienes deseosos del conocimiento,
sanos y virtuosos, alcanzarán la mayor de las riquezas : la elevación
espiritual.
Este
símbolo representa para todos los francmasones un fuerte sentimiento
de afinidad con nuestros hermanos. Al recibirlo, lo imprimimos en nuestra
memoria como el primer presente que de la Masonería recibimos, es
el primer símbolo sobre el que recibimos una explicación
y la primera evidencia
tangible
para el iniciado de que ha sido admitido en nuestra Augusta Orden.
Nunca
será tanto el avance que tengamos en los estudios de los sagrados
misterios, como para poder relegar el mandil a un segundo plano, quizás,
cambiando su forma y sus ornamentos, conservará ese honroso título,
el cual se le dio a conocer al Masón en un principio en la noche
de su iniciación.
Desde
el principio de las civilizaciones, muchos pueblos usaron el mandil como
símbolo místico. Entre los israelitas, por ejemplo se encuentra
el cíngulo o ceñidor formando parte de la vestidura del sacerdocio.
En Persia, los Mithas investían al candidato a ser iniciado con
un mandil blanco. En las iniciaciones Brahamánicas practicadas en
el Indostán se usa una especie de faja sagrada denominada Zennar.
La secta judía de los Esenios vestía a sus novicios con un
manto blanco. Tal reminiscencia surge en la voz del poeta Alfonso Sierra
Madrigal, al referirse a Jesús el adepto como : "El blondo esenio
de blanca vestidura". Kaempfer refiere que los japoneses practicaban ciertos
ritos de iniciación revistiendo a sus candidatos con un mandil blanco,
sujeto alrededor del cuerpo. Esta costumbre proviene de la creencia antigüa
multireligiosa y extendida, de que el asiento de los instintos animales
es la región hipogástrica, y por lo tanto, debe cubrirse
y protegerse en pos del pulimiento espiritual.
El
mandil masónico debe ser de color blanco, ya que ese color es el
emblema de la pureza y el candor, y por esta razón, este color debe
ser preservado. En cuanto al material de que está hecho, el cordero
siempre ha sido considerado como símbolo de la inocencia. El mandil
del masón debe ser de piel blanca de cordero. Ninguna otra sustancia
puede sustituir sin destruir por completo el carácter del símbolo.
Las antigüas liturgias de iniciación contemplaban el decirle
al neófito, al tiempo que se le entregaba el mandil :
"Por
la piel del cordero os recordamos la pureza de la vida y la rectitud de
vuestra conducta, que son tan esencialmente necesarias para poder ser admitidos
en la logia celestial superior, donde el Supremo Arquitecto del Universo
preside toda la eternidad".
Entonces
el verdadero mandil del Masón debe ser de piel de cordero del 14"
a 16" de ancho, con 12" o 14" de alto, con babeta de 3" o 4" de alto. Cuadrado
y sin adornos. Hay logias que los adornan con lentejuelas, son una innovación
de nuestros hermanos franceses, los cuales no se contentan con la simplicidad
y sencillez, lo cual los ha llevado a decorar profusamente sus mandiles,
contagiando al resto del universo masónico, y desvirtuando así
uno de los símbolos más fuertes de la Masonería. Ha
sido para algunos motivo de tanto orgullo el hecho de portar el mandil,
que los hermanos de las logias de Inglaterra se refieren a él como
: "La condecoración más alta, más antigüa que
el Toisón de Oro o Águila Romana, y más honorable
que la Estrella o la Jarretera".
En
cuanto a la manera de decorarse, los aprendices Masones lo deben llevar
con la babeta levantada, simbolizando así el anhelo de crecer espiritualmente,
con el alma apuntando a las alturas. En el grado 33 del Rito Escocés
Antigüo y Aceptado, los hermanos que lo poseen están dispensados
de portar el mandil, pues para ellos "El trabajo ha terminado". Cuando
el mandil se adhiere al cuerpo se sostiene por una cuerda, la cual forma
un círculo con respecto al cuerpo, simbolizando el espíritu
de Dios. El triángulo de la babeta representa el alma Masónica,
en un triángulo cuyos tres vértices significan :
Tres
hechos vitales :
Salud,
Dinero y Amor.
Tres
cosas que defender :
Honor,
Patria y Hogar.
Tres
cosas que controlar :
Carácter,
Lengua y Conducta.
Tres
hechos por que luchar :
Inmortalidad,
Seguridad Social y Tranquilidad Familiar.
Tres
cualidades que estimar :
Rectitud,
Valor y Gratitud.
Tres
hechos que meditar :
Vida,
Muerte y Eternidad.
Tres
hechos que evitar :
Pereza,
Barbarie e Ignorancia.
Tres
hechos que admirar :
Voluntad,
Dignidad y Lealtad.
Tres
hechos que adoptar :
Libertad,
Igualdad y Fraternidad.
Tres
instituciones que defender :
Revolución,
Liberalismo y Francmasonería.
El
ignorante grita, el inteligente discute, el sabio calla.
Sabiduría,
fuerza y Belleza.
Salud,
fuerza y UNIÓN.
El
cuadrado representa nuestro cuerpo (la tierra, la materia y la esencia).
Uniendo estos tres significados, tenemos presente en el mandil la representación
del hombre en alma, espíritu y cuerpo.
El
conocimiento profundo del simbolismo del mandil, ayudará al Masón
en su formación teológica y espiritual, y dará lugar
al estudio más profundo del simbolismo.
Sirva
pues, esta humilde recopilación de la sabiduría vertida por
tanto ilustre hermano como una invitación que un servidor os hace
al estudio y la meditación, pues por esos medios estoy seguro que
creceremos como Masones y como seres humanos, y por añadidura lograremos
el engrandecimiento ante los ojos del mundo de nuestra augusta institución
Masónica.
Es
cuanto.
Perdonadme,
Hermanos.