2.Sé bueno, porque la bondad encadena a todos los  corazones.

3.Sé indulgente, porque eres débil y porque vives entre seres tan débiles como tú.

4.Sé agradecido, porque el reconocimiento alimenta y sostiene la bondad.

5.Sé modesto, porque el orgullo subleva a los seres pagados por sí mismo.

6.Perdona las injurias, porque la venganza eterniza los odios.

7.Haz bien al que te ultraje, a fin de mostrarte más grande que él y convertirlo en  amigo.

8.Sé consecuente, temperante y casto, porque la voluptuosidad, la intemperancia  y los excesos destruyen a tu ser y te hacen despreciable.

9.Sé buen ciudadano, porque la Patria es necesaria a tu seguridad y a tu bienestar.

10.Sé fiel y sumiso a la autoridad legal. Defiende a tu país, porque es el que te hace dichoso y porque encierra todos los lazos y a todos los seres   queridos y a tu corazón, pero no olvides nunca que la  humanidad tiene sus  derechos.

11.Ama siempre con fervor; si amas, no es este amor el que forma parte  de tu destino.  La conciencia que habrás encontrado en el fondo de este amor,  será lo que  modifique tu vida.

12.Ten voluntad, mucha voluntad. La voluntad de la sabiduría tiene el  poder rectificar  todo lo que no hiere mortalmente nuestro cuerpo.

13.Ten resignación en los casos inevitables de la vida, pero en todos los hechos en que la lucha es posible, la resignación no es sino  impotencia, ignorancia o presas disfrazadas. Aprende poco a poco a  apesadumbrarte sin lágrimas.

14.No te olvides nunca que llega el momento en la vida en que la belleza  moral parece más necesaria que la belleza intelectual.

15.No te turbes cuando te figures que una ley moral desaparece. Siempre hay  otra más grande en reserva.