MI LOGIA MADRE

Q:.H:. Rudyard Kipling (O:.E:.)


 
 

Allí estaba: Rudle, el jefe de estación

Peazley, de la Sección de Vías y Trabajos

Ackman, de Intendencia,

Donkin, funcionario de la Prisión,

y Blake, el Sargento instructor

que fue dos veces nuestro Venerable;

y también, estaba el viejo Franjee Eduljee

dueño del almacén "Artículos Europeos...

Fuera nos decíamos: "Sargento" o "Señor",

"Salud" o "Salam";

dentro, en cambio, "Hermano", y así estaba bien.

Nos encontrábamos en el Nivel,

y nos despedíamos en la Escuadra,

yo era el segundo Diácono.

Estaba también, Bola Nath, el contable,

Saul, el judío de Aden,

Din Mohamed de la oficina del Catastro,

el señor Chuckerbutty...

Amir Singh el sikh;

y Castro, del taller de reparaciones

que, por cierto, era católico romano...

Nuestros ornamentos no eran ricos

y nuestro Templo era viejo y desguarnecido,

pero conocíamos los Landmarks

y los observábamos escrupulosamente...

A veces, cuando miro atrás

me viene a la cabeza este pensamiento:

"En el fondo, no había incrédulos

al margen, quizás de nosotros mismos...

y, así, cada mes después de la Tenida

nos reuníamos para fumar.

No nos atrevíamos a hacer banquetes

por miedo a forzar

alguna norma de cualquier Hermano.

Y hablábamos s fondo, de Religión y de otras cosas.

Cada uno de uno se refería

al Dios que conocía mejor,

y los Hermanos tomaban la palabra

uno tras otro

y nadie se inquietaba.

Nos separábamos con el alba,

Cuando se despertaban las cacatúas

y los malditos mosquitos portadores de fiebre.

Entonces volvíamos a caballo

y después de tantas palabras

Dios, Mahoma y Shiva

jugaban al escondite dentro de nuestras cabezas.

Muy a menudo, desde entonces,

mis pasos errantes al servicio del Gobierno

han llevado mi saludo fraternal

desde Oriente a Occidente.

¡Cómo los recordaba!

¡Y cuántas veces he deseado volver a verlos a todos!

A todos los de mi Logia Madre.

¡Cómo querría volver a verlos!

A mis Hermanos, negros o morenos,

y sentir el aroma de los cigarrillos indígenas

mientras deambulaba por allí... el que encendía la luz,

y el viejo de la limonada

removía por la cocina.

Y volverme a sentir un Masón perfecto.

Una vez más,

en ésta mi Logia de hoy.
 
 

¡IMPORTANTE PARA NOSOTROS!

Os invitamos a firmar nuestro
LIBRO DE VISITAS,
antes que os retireis en paz,
orden y armonía

¡GRACIAS!


Libro de Visitas
 

PARA NOSOTROS SON MUY IMPORTANTES VUESTRAS OPINIONES Y SUGERENCIAS.
ELLAS NOS PERMITIRÁN MEJORAR DIA A DIA
LA CONSTRUCCIÓN DE ESTA PLANCHA
 

EMAIL PRINCIPAL:
logiagenesis33@hotmail.com
 
 

EMAIL ALTERNO:
genesis33@terra.com.co